Catequesis

Somos un pueblo que camina al encuentro de Dios

Autora: María Inés Casalá

 

El objetivo de este encuentro es descubrir que somos un pueblo que camina y, en ese camino y para ese camino, somos alimentados por Jesús. Cada catequista tratará de adaptar la propuesta a los objetivos particulares que se han elegido para vivir, según cada edad, el año de la eucaristía.


Primer momento:

Realizamos una peregrinación por la escuela o parroquia: Generalmente en una institución hay diversas imágenes y capillas u oratorios. Se planifica un recorrido por cada uno de ellos. Se elige una imagen de Jesús o de María para culminar el recorrido. 
Antes de realizar la peregrinación, se determinan los lugares por los cuales se va a pasar, se eligen chicos para que preparen cada parada o descanso, se organiza una merienda en la mitad del camino con cosas que hayan llevado los chicos... 
Lo importante es que cada participante debe conocer el recorrido que van a realizar y hacia donde van. Se planifican oraciones o canciones para el camino y una celebración final.

Segundo momento:

Después de realizada la peregrinación se conversa acerca de qué es lo importante en una peregrinación. Se pueden buscar recortes de revista de peregrinaciones o invitar a alguien que haya ido a alguna, para que nos cuente sus experiencias y hacerle una entrevista. 

¿Por qué peregrinan?
Porque tienen una meta. Quieren llegar a algún sitio. Pero, lo más importante, lo que da sentido a la llegada, es el camino. No siente lo mismo el que va en auto tranquilamente que el que va caminando.

¿Por qué no?
Porque en el camino las personas se encuentran, se ayudan, comparten el frío, el calor, el hambre, la oración... Se conocen y se alegran porque los une el mismo amor. Sienten que son todos hermanos, y que no importa quién llega primero, sino que todos lleguen.

Tercer momento:

· ¿Se puede comparar la vida con una peregrinación? 
· ¿Cuál es la meta? 
· ¿Cuál es el camino? 
· ¿Cómo alcanzamos el destino?

Conversamos: La vida es una peregrinación hacia la casa del padre. Caminamos como pueblo hacia la vida eterna. Nos acercamos a recibir a Jesús de una manera especial: peregrinamos juntos hacia al altar donde Jesús nos epera bajo la forma de pan y vino para alimentarnos. 

· ¿Qué tipo de alimento necesitamos para vivir? 
· ¿Y para alcanzar la meta que nos ofrece Dios padre? 

Cuarto momento:

Escuchamos la Palabra de Dios: 
JUAN 6, 35. 51 (Yo soy el pan de vida.)
Cuando nos alimentamos del pan de Jesús, nuestro corazón se vuelve parecido al suyo.

Para pensar solo y luego, conversar entre todos:

· ¿Qué podemos hacer para que haya más unidad en nuestra familia, en el colegio, entre nuestros amigos?
· ¿Nos comportamos como un pueblo unido?

Oración:
Gracias Jesús por haberte quedado entre nosotros.
Gracias porque nos necesitamos unos a otros y porque vos nos reunís alrededor de tu mesa para alimentarnos.

En casa: 
Buscamos material de peregrinaciones o preguntamos acerca de alguna que se realice cerca del lugar en donde vivimos.

Fuente: Librería San Pablo, Argentina. Obtenido con permiso de la autora.