Año nuevo / libro nuevo : Adopción es familia.

Autor: Lic. Norma Mendoza Alexandry de Fuentes

 

 

A. Maslow nos decía que “el organismo humano no puede concentrarse en realizar altos objetivos, hasta que haya cubierto sus más elementales necesidades físicas y psicológicas de sobrevivencia”. El problema es que 40,000 niños en el mundo mueren diariamente por causas relacionadas con el hambre y que algo de esa miseria es inevitable. El hambre, el miedo, la soledad del niño cuando sus padres no lo asisten por irse en busca del sustento diario, no lo ayudan a que adquiera un conocimiento de calidad y por supuesto, esto tampoco ayuda a su autoestima. Otro autor, M. Porot indica que “no existe sociedad viable sin equilibrio permanente entre amor y autoridad, entre solidaridad y rivalidad. En la sociedad familiar estos cuatro papeles se encuentran representados por la madre, por el padre, por los hermanos y por otro personaje que, a pesar de no ser de carne y hueso, tiene características de no menos importancia: el hogar.” En el fondo de numerosos trastornos afectivos infantiles se halla con frecuencia un mundo familiar en el que cada componente descuida, exagera o desconoce el papel esencial que le toca desempeñar: el desdén y la superficialidad de lo que significa el hecho matrimonial, el compromiso adquirido y la formación familiar. En muchas ocasiones la armonía de la familia, presionada por los acontecimientos externos, puede quedar turbada por la equivocada forma de ejercer la autoridad por parte del padre, por el desafecto de la madre, por la tiranía o injusticia de los hermanos, por un hogar disgregado en el que prevalezca un odio abierto o disfrazado. Bastaría a menudo que los cónyuges conocieran primero el propósito de su unión, el compromiso adquirido, la relación íntima abierta a la vida; que cada uno conociera además la función que debe desempeñar en la familia, para que se establezca un racional funcionamiento de estas relaciones y por consiguiente el equilibrio que beneficiaría a todos, en primer lugar a los niños.
Entre los hogares considerados “anormales” se encuentran: los hogares inexistentes, constituidos por personas para quienes el matrimonio es considerado bajo sus características sociales o religiosas como mera formalidad, para cubrir las apariencias, y esto no basta para constituir un hogar; los hogares inestables, que son muy perjudiciales por la hostilidad maternal o paternal que hieren la inocencia del infante; los hogares destruidos, son aquéllos donde falta el padre o la madre. Es necesario que todos los niños nazcan y crezcan en un hogar en donde sean deseados, queridos y respetados, esto les otorga la seguridad necesaria para su crecimiento.
El tema de la adopción de menores no ha sido suficientemente estudiado en México; legalmente se han tomado decisiones que mejoran la prontitud con que puede ser adoptado un infante o aquéllas en que queda incorporado éste a una familia de acogimiento (adopción plena), pero en el ámbito educativo se ha descubierto que una cosa es lo que se “dice” de la adopción y otra lo que ésta comprende. En el libro ADOPCIÓN ES FAMILIA de Editorial TRILLAS, se profundiza en los porqués, para qué, quién y cómo de la adopción; además se describen los pensamientos, inquietudes y cuestionamientos de las personas adoptantes que proporcionan conocimiento acerca del pensamiento del adoptado sobre su pasado y de su influencia en el presente; finalmente se refiere a çómo una crianza de calidad basada en la realidad del niño hará una familia unida mediante la formación adecuada, considerando que la adopción es al mismo tiempo igual y diferente que la crianza de un hijo de nacimiento, esto es, identificar plenamente un serio asunto de vida. Es importante que se procure reducir al mínimo el riesgo de inadaptación o desequilibrio del infante abandonado, sustituyendo la falta de padres por un hogar sustituto de acogimiento verdadero y permanente. En los primeros capítulos del libro anotado se exponen, con base en testimonios recabados y en estudios fidedignos efectuados, aspectos tales como el proceso hacia la decisión de adoptar, las cuestiones importantes que esta decisión involucra, las definiciones y características de los hogares disfuncionales, los diferentes aspectos de la paternidad-filiación, así como una perspectiva social y los puntos esenciales del procedimiento para adoptar. En los siguientes capítulos, se describen los diferentes aspectos de la parentalidad adoptiva y en los últimos capítulos se hace alusión al niño con experiencias previas, específicamente a aspectos como la separación y las pérdidas y sus efectos, así como al desarrollo del apego y posterior vínculo familiar.
Es la esperanza de este libro proveer a todos aquéllos involucrados en la adopción de un niño, con el sentido de equidad o de balance y conocimiento de las delicadas facetas íntimas que han de manejar; se propone demostrar también que adoptar a un niño que ha sido lastimado, es un viaje hacia lo profundo de una vida complicada y enredada pero también, que es un trayecto de gozo y descubrimiento. Al compartir la dinámica y el panorama de niños abandonados, huérfanos o lastimados se intenta abrir un camino de ánimo y esperanza a través del proceso llamado adopción. La autora esta firmemente convencida de que aún los niños lastimados por abuso y rechazo pueden, dentro de un ambiente familiar sano, aprender a amar y creer en los adultos pues “la familia es la única alternativa a futuro si se sabe ejercer la libertad de la que es maestra” (C. Llano). Es la familia la que por tanto, actuará como un gran remedio a las fallas culturales y sociales; los padres espirituales de un niño desarrollarán una de las más encomiables tareas: la educación. Y si entendemos que la finalidad de la educación es la felicidad, podremos comprender también cuán importante es esta tarea. Recordemos que:
“Las personas siempre tenemos remedio mientras estemos en esta vida”. (María Pliego).
Nadie se acerca a la adopción como una hoja en blanco. La educación para padres consistirá en el conocimiento de lo que el niño o niña necesita para crecer como persona sana: la fe, la libertado, el amor. La meta es la familia, aunque para algunos niños sea una meta inalcanzable.