Dios y las artes del hogar

Introducción

 

    Empleamos en estos textos la expresión “ama de casa”, y otras similares, en un sentido muy amplio, que incluye a todo miembro de la familia en cuanto responsable de la realización práctica del hogar, ya sea varón o mujer. Ciertamente la mujer personifica el hogar de modo único, en virtud de cierto simbolismo inherente a su persona. No por eso, sin embargo, la casa deja de ser incumbencia de todos. Solo colaborando cada uno según sus circunstancias el hogar resplandece como lo que es: organismo vivo, comunión de personas, y primera y fundamental realización de la Iglesia. 

Autor: Padre Pablo Prieto Rodríguez correo/email