Condenado “sin comerlo ni beberlo”

Autor: Pedro J. Piqueras Ibáñez

 

 

Después de la aprobación del documento de los expertos, la ministra Aído ha mantenido diversas reuniones: con organizaciones de mujeres, con 18 asociaciones que representan a más de 200 colectivos etc., por último, con representantes de Derecho a Vivir, estos le hicieron entrega de un documento en el que se recogen en nueve puntos las reivindicaciones de la 'Declaración de Madrid', documento que han respaldado "más de 2.000 científicos y académicos". A pesar de todo ello, la Ministra defiende a capa y espada su proyecto para "avanzar" en la condena a muerte de los nasciturus. Condena de la que se hacen merecedores por el hecho de ser engendrados.

Dando vueltas a la sin razón que es la futura propuesta de ley del aborto, me ha venido a la cabeza el siguiente símil: Sin pedirle permiso, a uno le embarcan en un avión, una vez en el aire se produce una avería grave, la compañía (gobierno), el comandante (la madre) y la tripulación (el personal sanitario) deciden que la culpa es del viajero intruso por lo cual le obligan a abandonar el avión en pleno vuelo. El pobre viajero, “sin comerlo ni beberlo” se encuentra con la muerte. ¿No les parece que sería el caso del nasciturus?