La fuerza de los niños

Autor: Adolfo Güémez, L.C.

aguemez@legionaries.org

 

 

Cuando uno se topa con gente como Ella Guderson se da cuenta de que el principio clásico “el efecto es proporcional a la causa” no siempre  es tan cierto. 

Esta niña tiene 11 años. Su peso no supera los cincuenta kilos. No mide ni siquiera un metro y medio. Y a pesar de ser tan pequeña, ha logrado mover a compañías enteras y ha encendido una revolución en el mundo de la moda estadounidense.  

            Todo comenzó con una sencilla carta de Ella a las oficinas de las tiendas departamentales Nordstrom.  

«Estimado Nordstrom, soy una niña de 11 años que intenté comprar en una de sus tiendas unos jeans, pero todos me quedaban muy por debajo de la cadera. Pedí una talla más grande, pero me quedaron demasiado grandes y se me caían 

Veo a muchas niñas caminando por ahí con pantalones a la cadera mostrando el ombligo y algunas hasta la ropa interior. Una de las señoritas que me atendió en su tienda me dijo que realmente había sólo un look y una moda para todas, y era ésta. Si esto es cierto, entonces quiere decir que todas las niñas tienen que caminar por la calle medio desnudas para estar a la moda, y yo creo que deberían de cambiar esto». 

            Estas sencillas líneas fueron la vibración inicial de un increíble terremoto. La respuesta de varios ejecutivos de la compañía asegurando cambios no se hicieron esperar. Entre ellas, Kris Allan le contestó: «¡Estoy impresionada!, tu carta me llamó mucho la atención y creo que tienes toda la razón. No debe de haber sólo un look para todos». 

            Pero el seísmo siguió y varios periódicos y estaciones de radio se mostraron interesados en reportar este suceso. Entrevistas, artículos y crónicas comenzaron a aparecer por todos lados. Finalmente, hasta cadenas televisivas nacionales como la CNN y la NBC invitaron a Ella a aparecer en sus pantallas.  

La voz de Guderson llamó la atención porque era diferente. En una sociedad acostumbrada a vivir de impresiones y emociones, esta chica levanta la mano, alza la cabeza y asegura que hay algo más.  

Ella no está sola en su lucha. Junto a sí se encuentran miles de niñas y jóvenes esparcidas en los Estados Unidos que pertenecen al grupo Challenge. Todas ellas -entre muchas otras cosas- nos gritan que el valor no está en lo que usas, en cómo te visites o a quién te pareces. Dentro de ti, de mí y de todos, hay una belleza interior que supera toda apariencia, y no es justo que muera sofocada.  

Una vez más los niños tienen la razón. Y -como siempre-, su contundencia no está en la lógica de sus argumentos, sino el candor y sencillez con que ven la realidad.