La Semana Santa es un tiempo de esperanza

Autor: Padre Alfredo I Hernández  

 

 

Imagínense que están corriendo en una carrera y toman un atajo para llegar a la meta. ¿Se jactarían de decir que habían ganado, o aun que habían terminado? ¿No sería una trampa?

El domingo que viene celebraremos la Pascua. ¿La gozarán de verdad si no viven bien la semana más santa del año?

Nosotros pasamos dos meses reflexionando en esta página sobre la segunda carta encíclica del Papa Benedicto XVI, Spe Salvi. La Escuela de Formación Cristiana de la Diócesis de Palm Beach estará ofreciendo un taller sobre la encíclica en dos sesiones, el lunes 24 y 31 de marzo, de 7 a 9 de la noche, en la Iglesia de Santa Juliana, 4500 S. Dixie Highway, West Palm Beach. A mí me toca dictar estas conferencias en inglés y el Padre Duván Bermúdez las dará en español. Les recomiendo que asistan. Pueden llamar a la Oficina de Pastoral Hispana de la Diócesis, al (561) 775-9544, para más información.

Saco de nuevo el tema de Spe Salvi, porque quisiera sugerirles que en la Semana Santa experimentamos que todas las esperanzas se nos cumplen, en el amor maravilloso que nos muestra el Señor Jesús.

Una manera muy particular de vivir la Semana Santa es considerar todas las celebraciones desde el punto de vista de la esperanza.

Por lo tanto, les invito a mirar esta Semana Santa a través del prisma de la esperanza. Comiéncen el Domingo de Ramos, sintiendo la esperanza del pueblo que recibe a su Rey, pero que se deja convencer con demasiada facilidad por aquellos que le temen. Abranse a recibir de nuevo la esperanza que nos ofrece nuestro único rey, Jesucristo.

El Martes Santo, se reúnen todos los sacerdotes de la diócesis, para la Misa del Santo Crisma, en la cual se recomprometen a sus promesas sacerdotales y se bendicen los óleos que se usan en la celebración de los sacramentos. Les pido que recen por sus sacerdotes en esta ocasión, llenos de esperanza que ellos puedan vivir sus compromisos a Cristo y la Iglesia con gozo y fidelidad.

El Jueves Santo, recordamos la Ultima Cena del Señor y su agonía en Getsemaní. Unanse a Jesús mientras él nos da el don de sí mismo en la Eucaristía y sufre en el huerto, y permitan que el cuerpo y la sangre de Cristo alimenten su esperanza en la vida diaria.

Esta noche aprendemos a servir como Jesús sirvió, con el significativo lavatorio de los pies. También se nos da en muchas iglesias la oportunidad de acompañar al Señor en oración, adorándolo a él, mientras recordamos su oración al Padre: "Si es posible que pase de mí esta copa, pero que no sea como yo quiero, sino como quieres tú" (Mateo 26, 39). Sintamos la esperanza de que unidos con Jesús en la oración, podremos aprender a amar como él.

Luego, el Viernes Santo, les invito a unir sus dolores a la cruz de Jesús, y vean en ella la fuente de su esperanza, como dice el himno antiguo: Ave cruz, spes unica, "¡Ave Oh Cruz, nuestra única esperanza!" Pudiera la crucifixión ser el momento del desespero, el momento en el cual parece que todo ha sido en balde.

Sin embargo, es precisamente cuando Jesús da su vida por nosotros que encontramos que El es nuestra esperanza, como se dio cuenta el centurión al pie de la cruz, al verlo morir: "Verdaderamente éste era Hijo de Dios" (Mateo 27, 54).

Vean en el silencio del Sábado Santo la esperanza que Jesús ha compartido la oscuridad experimentada por nuestros seres queridos que han muerto. Es un día muy apropiado para expresar nuestra confianza que los fieles difuntos compartirán la victoria de Cristo sobre la muerte.

Finalmente, en la Vigilia Pascual vemos que la luz rompe la oscuridad, representado por la entrada del Cirio Pascual a la iglesia oscura.

Habiendo celebrado bien la Semana Santa, puedan regocijarse en la Pascua, porque todas sus esperanzas se cumplirán, al ser invitados todos a compartir la nueva vida ofrecida por Jesús a los que creen en él.

No busquen un atajo para cortar camino esta Semana Santa. Vívanla bien, para poder celebrar la Pascual llenos de esperanza y alegría.

Recuerden, "¡La Luz Está Encendida para Ti!"

Marzo 14, 2008