¡Gracias mama!

Autor: Álvaro Fernández Texeira-Nunes

 

 

¡Gracias, mama... viejita,

porque me diste la vida!

No te sobraba comida,

pero igual te la jugaste,

¡hasta el cuello te empeñaste!,

y hoy ganaste la partida...

 

Porque ahura soy hombrecito,

y te puedo mantener.

Te puedo dar de comer,

y acompañarte, viejita.

¡Qué la Virgen sea bendita

por poderte agradecer!

 

Si no me hubieras querido,

hoy no estaría a tu lao.

¡Como me habrías llorao,

sin poderte contener!

Pero tu instinto e´mujer,

¡jue más juerte que un salao!

 

Dende gurí me contabas,

que sos madre e´nacimiento,

¡Siempre sentiste el contento,

de poder engendrar vida!,

Y aunque es dura la subida,

¡bien que vale el sufrimiento!

 

Yo también sigo tu ejemplo:

no me asusto e´ los gurises.

Pa´ mi no tiene matices,

la defensa de la vida,

y no juego a la escondida,

con palabras infelices.

 

Que “interrumpo el embarazo”...,

que “pastilla de emergencia”...,

¡Qué abuso de la inocencia!

¡El aborto es siembre aborto!

Y yo me pregunto absorto:

¿dónde ha quedao la conciencia?

 

Es que hay en el mundo, mama,

hombres que sin ser malvados,

dende chicos no han mamao,

en la fuente verdadera,

y pasan la vida entera,

temerosos y enojaos.

 

No les gustan los gurises,

porque no son generosos,

Piensan que son peligrosos,

los bebitos por nacer:

no quieren reconocer,

¡que la vida es don grandioso!

 

En cambio nosotros, mama,

amamos esas pancitas,

fuentes de vida benditas,

que de sueños van preñadas:

tienen el alma cuajada,

de amor y... de pataditas

 

Si educamo a los gurises,

como crestianos de bien,

ya dispués no haberá quién

les trastorne la cabeza:

a un gurí que juega y reza,

¡naides le pudre la sien!

 

¡Qué alegre es la gurisada!

¡Cómo disfrutan sus juegos!

¡Cómo vibran con sus ruegos,

a Nuestra Madre, la Hermosa,

y al Creador de las cosas,

a Quien tienen tanto apego!

 

Nuestro Tata nos creó,

con la mesma dignidá.

Y aunque una gran libertá,

Le dio al hombre y la mujer,

quién no escucha su Querer,

se aparta de su Bondá.

 

¡Ojalá tuitos pensaran,

invitar a mucha gente;

a los pobres y pudientes,

al banquete de la vida!

¡Que tuitos tienen cabida,

si aman... y son valientes!